Antecedentes de la Sincronización del Cerebro

Que es y para que se practica la Sincronización del Cerebro


La historia de la investigación de la sincronización del cerebro va mas allá de los días modernos del software para la sincronización de las ondas cerebrales y de la electroencefalografía (EEG). Mientras que los programas de sincronización moderna, incluyendo los tonos isocronicos y el audio MP3, han introducido a los usuarios a un completamente nuevo método para la sincronización a las frecuencias de ondas cerebrales, a estados mentales deseados para alcanzar más productividad y a estados más profundos de relajación, la investigación de cómo la mente responde a estímulos específicos es un proceso en curso. 

La práctica de la sincronización del cerebro, o la sincronización de las ondas cerebrales, es realmente una forma más avanzada de meditación, y en cuanto a eso la historia de la sincronización del cerebro puede ser ubicada en los tiempos de las tribus cuando los rituales del chaman usaban ritmos de tambor para realizar rituales sagrados. El uso de la percusión en la sincronización del cerebro ha sido desarrollado a través de los años hasta incluir ritmos binaurales y ahora tonos isocronicos para ayudar a guiar al cerebro a las frecuencias que pueden ayudar a estimular o calmar la mente humana. Con la ayuda de pulsaciones generadas rítmicamente desde la computadora, es ahora más fácil que nunca marcar la frecuencia exacta que un usuario quiere y sincronizar sus ondas cerebrales al pulso deseado. 

Ya en el año 200 DC cuando Ptolomeo registró los efectos de la luz del sol oscilante en el comportamiento de una persona, el trabajo base fue iniciado para las futuras incursiones en la sincronización de ondas cerebrales, usando luces estroboscópicas y máquinas de electroencefalograma. La combinación de la luz y el sonido han tenido un profundo impacto en la investigación de la sincronización de ondas cerebrales ya que muchas pruebas han sido conducidas usando ambos estímulos visual y auditivo para averiguar cómo el cerebro reacciona a pulsos específicos, y si, si o no esas reacciones llevan a una mejor sincronización del cerebro. 

Aunque la luz ha sido usada completamente en el proceso de investigación de la sincronización del cerebro, muchos usuarios han encontrado que los estímulos auditivos son más adecuados para la sincronización de ondas cerebrales a las frecuencias deseadas. La investigación se ha hecho usando tres tipos de pulsos de sonido: El ritmo binaural, el ritmo monoaural y los tonos isocronicos. Las pulsaciones Binaural y monoaural ambas tuvieron éxito inicial, pero se encontró que desaparecían más rápido en términos de resultados sostenidos. Los tonos isocronicos han sido usados más frecuentemente en las actuales prácticas para la sincronización de ondas cerebrales dado que los resultados parecen durar más tiempo y la habilidad de los usuarios para sincronizarse a pulsos específicos es más fácil de lograr.